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Cuando el yoga llegó a mi vida, ¡me puso todo patas arriba!
Acababa de graduarme de la universidad como abogada y trabajaba en la empresa familiar, un camino que siempre había imaginado para mí. Sin embargo, algo cambió de repente: comencé a cuestionarme todas las decisiones que había tomado y que, hasta ese momento, consideraba definitivas para mi futuro.
Dicen que la vida te pone a los maestros en el momento indicado, y así fue en mi caso. Hablé con mi maestra y le compartí lo perdida que me sentía. Lo que antes disfrutaba, de pronto dejó de divertirme; comencé a cuestionar mi carrera, mi futuro y a ver cómo el entorno (mi familia y la cultura) había influido en la persona que “debía ser”.
Al poco tiempo, un viaje con amigas me dio el espacio que necesitaba. Ese cambio de escenario me abrió los ojos: me permitió ver que la vida puede vivirse de maneras muy distintas. Me crucé con personas que se atrevían a migrar, a vivir desde una perspectiva completamente distinta, y eso me inspiró.
Ese viaje me marcó profundamente. Me tomé un tiempo para planear y tomar una decisión, hasta que finalmente lo hice: migré a Ecuador, con trabajo en mano y con una nueva visión.
Te cuento todo esto porque el yoga es, ante todo, un encuentro contigo mismo.
Te conecta con tu esencia, con tu verdadero Ser. A veces, la piel; que habías llevado cómodamente ya no se siente igual. Por eso muchas personas prueban el yoga y luego se alejan, diciendo que “no es para ellos” o que “ya es tarde”.
La verdad es que el yoga es para quienes tienen el coraje de mirar hacia adentro, de cuestionarse y de soltar lo que ya no encaja. Practicar yoga es un proceso de limpieza, de renacimiento, de libertad y, sobre todo, de valentía para descubrir tu verdadero yo, dejando de lado las expectativas y creencias que nos impone la sociedad.
Este camino no solo te enseñará a escucharte y a ser una mejor persona, sino también a ver la vida desde otra perspectiva, comprendiendo que la realidad que conocemos es solo una fase. Todos estamos interconectados, y el yoga te ayuda a despertar esa conciencia.
¿Te atreves a comenzar tu propio viaje?